El requeixo de O Casal es un queso sin sal de pasta blanda, de textura cremosa, con un sabor suave y con un punto de acidez. Es un producto que seguimos haciendo de forma tradicional desde hace más de 20 años, como se hacía desde hace siglos en cualquier casa del rural gallego. El cuajado es por acidificación, en un proceso de varias horas de duración en función de la temperatura ambiente. Esta cuajada se escurre en paños también durante horas para posteriormente, una vez alcanzado el punto de textura deseado, ser pasado a los envases. La suma de todos estos procesos puede durar entre 40 y 48 horas. Las únicas diferencias respecto a la forma tradicional de elaboración son el uso de tanques de cuajado de acero inoxidable y el pasteurizado de la leche, que aseguran un total control sanitario, sin alterar las propiedades del producto.
El requeixo que se hace en Galicia no tiene nada que ver con el requesón, que es un subproducto hecho a partir de suero.
Se puede comer solo o mezclándolo con azúcar, miel, mermelada, fruta fresca, frutos secos... Sirve para usar en cualquier receta de postre o de comida caliente; es un buen sustituto de cualquier crema de queso.
Está listo para consumir; no necesita añadirle nada para ablandarlo. En principio está en su punto, aunque según el gusto del consumidor se puede rebajar su textura con leche, yogurt, nata...
A pesar de lo que pueda parecer, el requeixo es semigraso; tiene la mitad de grasa que un queso fresco, lo que lo hace ideal para dietas. Su textura cremosa no viene de la grasa, sino de un alto grado de humedad que le da esa característica única del requeixo de O Casal.
Tiene una vida útil de 45 días, y se debe conservar entre 1ºC y 5ºC
